jueves, 28 de mayo de 2009

CAPITULO 2 : LA CENA

Así pasaron dos años entre velas,sahumerios,estampitas y oracines,corriendo de la casa a su pequeña escribanía alquilada,que para la señora Carla Fressini evolucionaba muy despacio dadas sus necesidades.El ajetreo entre atender su hogar y a sus hijos,le
absorvía el poco tiempo libre que tenía,delegando para los fines de semana la mayor
parte de los quehaceres domésticos que en otros tiempos hicieran el personal que se ocupaba de todos los menesteres.
Los niños continuaban con su colegio habitual de doble escolaridad y ésto la favorecía para ocuparse en horario corrido en su estudio,para retirar a sus hijos a las seis de la tarde los cinco días de la semana.
El receso escolar de verano complicaba la organisación de Carla,ya que estaba obligada a llevar a sus hijos a su estudio,donde se encontraba abrumada con su parloteo
y el continuo demandar de golosinas,revistas y mucho peor,sus peleas de hermanos.
La semana de vacaciones que ese año tomaran junto a Zuly resultó un alivio.Si bien no estaba en condicionesde hacer derroches,Carla dialogó con los pequeños sobre sus limitaciones,haciéndoles notar la conveniencia de ser mesurados en los gastos,porque lo importante era disfrutar de las playas y el mar de las costas de su país que aún no conocían.
Eligieron un hotel modesto y sus comidas se limitaron a sandwiches,pizza,lacteos
y agua mineral,no faltando como premio algún sabroso helado,cuando salían a caminar en los atardeceres.
Más que nunca Nahuel y Patricia se apegaron a Zuly,que los contenía en sus caprichos jugando con ellos.El aspecto de Zuly era el de una madre amorosa con sus pequeños,mientras que Carla era el prototipo de la abuela joven,que no se ofuscaba cuando algún comedido le decía :"que lindos nietos tiene señora".
Esa noche,regresando Carla del mercado,recordó que habían pasado ya veinte días de las últimas vacaciones y las escuelas estaban ya por abrir el nuevo ciclo escolar,
pero todavía tenía que aguantar a sus diablillos unos días más en su escribanía.
Entró el coche a su amplio garage deteniéndose a observar el espacio vacío que años atrás,ocupara con su Escort azul su ex marido;salían juntos cada cual en su propio coche y mientras Gervasio se dirigía a las oficinas,ella acercaba a los niños al colegio para luego tomar el mismo rumbo que su marido.
Pensaba desde entonces que Gervasio no sabía demostrarles cariño,por tanto que ella y sus hijos lo amaban.Aún sentía su presencia,su voz,su perfume...Las voces de sus niños la volvieron a la realidad.
-¡Mami,mami,esta noche viene Zuly!¡Qué alegría tengo! -anunció Patricia adelantándose a su hermano.
-¿A cenar?
-No,no sé...no hablamos de eso -agregó la niña.
-Después de cenar má -corrigió Nahuel con autosuficiencia.
-La llamaré para que cenemos juntos,la extraño -
-¡Qué lindo!¡Qué lindo! -exclamó Patricia saltando alrededor de su madre.
-No me alteres ¿eh?Ayuden a entrar las compras,vamos.
Luego de llevar todo a su cocina,Carla tomó el teléfono y marcó los números de su amiga.-¿Zuly? -preguntó.
-Hola Carlita,¿cómo estás?¿recién volvés del mercado?
- Si, unos minutos apenas.Los chicos dicen que te vieron y que venís para acá.¡Ah!
¿estuviste en casa hoy?
-Eeeeee...si,si...pasé a verlos- mintió Zuly para evitar que Carla los retara por salir sin su permiso.
-Espero que así sea,no quiero que salgan solos si no estoy en casa,pero voy a otra cosa,vení a cenar con nosotros,dale.Traje milanesas preparadas,con éso y una ensalada nos arreglamos.
-Bueno,te llevo dos cervezas bien heladas que tengo para nosotras y un pote de helado para los chicos.
-No hace falta nada Zuly,¿entendiste?
-No,no entendí...termino de preparar unas cosas para mañana y voy para tu casa.
-Te esperamos,no tardes.
Carla se quitó la ropa de calle vistiéndose con algo cómodo y fresco,el calor era agobiante.Mientras,sus hijos seguían en la cocina alegres por la visita que esperaban.
-¿Qué haen ustedes aquí? -les preguntó al entrar.
Te acomodamos todo má -respondió Patricia -mami,no querés que pongamos la mesa en el jardín?

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