viernes, 12 de junio de 2009

A esta altura de mi vida,siento que para algunos las posibilidades de trascender son mediáticas y para otros no. Explicar mis dificultades sería engorroso,pero puedo decir que con tanto trabajo creado, tanta vocación literaria, me resulta cruel dejar morir entre mis archivos las
obras que alguna vez tuvieron su oportunidad.
En el año 1998 tuve la sorpresa de recibir mi segundo premio de poesía ,en un concurso
al que había enviado una de ellas casi,por intentar,nada más. El primero de mis premios lo recibí
cuando apenas yo contaba con diez años de vida y fue en la escuela primaria Aristóbulo del Valle
en el barrio de Mataderos ,en un concurso promovido por el Ministerio de Educación, sobre una visita a la exposición rural sobre Industria y Comercio.
Recuerdo que tal vez,de los tantos alumnos que participábamos de la excursión,debí ser la
única que recopiló datos interesantes y fue enorme mi sorpresa al recibir un diploma que era más
grande que yo. Hoy es una historia lejana,pero doy fe de mi vocación autodidacta, porque no
tuve la suerte de poder seguir una carrera que me beneficiase en mis ideales.
Aclarando, el primer premio,aquel de mi infancia ,fue por una composición tema...y el del
año 1998 fue de poesía , así como hubieron otros dos posteriores. Resumiendo,entre tantas otras cosas, pasé mi vida escribiendo.
Tal vez no fue para mi tan importante recibir diplomas, medallas o aplausos, no realicé
vínculos con gente del ambiente por motivos personales y me limité a seguir creando para mi
propia ansiedad. Hoy ,al meditar sobre tantos trabajos inéditos , siento el deseo de lanzarlos a volar y ver si todavía existen los seres sensibles que aprecien la rima, el canto al amor, o las
novelas que atrapen y entretengan los momentos de ocio.
Puedo estar horas escribiendo ,alejada del mundo prosaico que nos rodea ,pero pienso que por ahora ,será mejor que transcriba la poesía premiada por el grupo literario "Reencuentro"
certamen A.B.Carisomo en 1998 titulada :"LA PROMESA"

Dime que es el amor
cuando olvidas las promesas,
no creo que llegues nunca
a llorar por mis tristezas.

Se hizo inútil la entrega,
darte vida e ilusiones,
querer sellar nuestro mundo
de ternuras y pasiones.

Fue muy breve aquel sendero,
creyendo , me vi perdida,
con tan inútil promesa
fue breve también la vida.

No era mucho lo esperado,
no creo que tú lo entiendas,
con tristeza te advertía
que en tu ceguera me pierdas.

Por verdes colinas ruega
mi esperanza atribulada,
sabiendo que mi quimera
quedó prendida en la nada.

Fue un sonido cadencioso,
un lamento de balada,
me dicen que no era mío
en la promesa olvidada.

Estrenaré este camino
de mujer enamorada,
más dime que es el amor,
devuélveme tu mirada.

ELBA MAZZEO

seudónimo : LIRI ZUL

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